SIMOF 2017, NOVEDADES

Por Susana Rodríguez

Fotografía: Chema Soler

Este año SIMOF ha brillado más que nunca en todos los sentidos. La propuesta desde FIBES sobre la nueva ubicación de pasarela y stands, salvando el sube y baja de escaleras, junto a otros cambios organizativos, de esos que añaden eventos paralelos al desarrollo habitual de un evento, han propugnado que la pasarela fuera muy dinámica y práctica. De hecho, entre las novedades de esta edición, se ha creado una Zona SIMOF Ego para albergar otros desfiles en los que no hace falta conseguir entradas, tan sólo una silla para verlos. Todo un acierto.

En ella, en esta pasarela de SIMOF Ego, ha llegado a desfilar Juana Martín con una retrospectiva de sus diseños. No cabía ni un solo par de ojos más entre tanto público aglomerado ese día. También desfilaron Mordisco Flamenco, que presentaron su nueva y primera colección de moda flamenca, además de los finalistas de Emprende Lunares, proyecto que ha comenzado a caminar este año, en el que a ocho diseñadores emergentes se les ha premiado con becas de formación, los cuales mostraron en SIMOF Ego parte de las propuestas vistas en la Fundación Cajasol, lugar donde se desarrollaron los desfiles de los premiados en Emprende Lunares pocos días antes de SIMOF. Al igual que los finalistas del certamen de noveles de SIMOF 2017, que también desfilaron de nuevo sus diseños en esta segunda pasarela de SIMOF. Sin duda este espacio de desfiles ha supuesto un aliciente, engordando el atractivo que ya supone el paseo para curiosear volantes en este salón de moda flamenca.

En cifras, las más de 65.000 personas que han acudido hasta el Nuevo FIBES, superando todas las expectativas previstas, han podido contemplar algo más de 1400 vestidos de flamenca y conocer de cerca a diseñadores y empresas del sector en los más de 80 stands que formaban parte de la zona expositiva.

Y todo ello con un comienzo al que no le hacen falta adjetivos. Basta decir Lina para situarnos y ser conscientes que estamos en SIMOF. Pues sólo ella tiene el honor de iniciar, año tras año, la mejor pasarela de moda flamenca. No es éste un mérito adquirido sólo por ser la pionera en esto de catapultar, adonde se merece, nuestra manera de colocar volantes de lunares, es un compendio de muchas más cosas. Como la forma en la que lo hace y la proyección internacional que consigue.

Para esta edición, Lina ha realizado en este 2017 una colección cuyo hilo conductor combina el aspecto estético y el reivindicativo, reconociendo el oficio de costurera como imprescindible para que la moda flamenca sea lo que es, pues quien cose un volante, allá donde fuere, la mantiene viva y contribuye a que prosiga evolucionando. ‘Manifiesto’, pues, viene a ser un cúmulo de razones por las que defender a la moda flamenca y a todo lo que significa y conlleva. Y lo hace de la mejor manera que sabe, con volantes para sus patrones sesenteros, los que ya vistieran señoras de la realeza como Doña Sofía o la Princesa de Mónaco Grace Kelly. Cortes estos que conviven con otros más acordes con la flamenca actual, de camisas etéreas y lazadas dulces.

Regresos y despedidas en SIMOF 2017

Pero el 2017 ha sido el año de los cambios, por lo que en la 23 edición de SIMOF las sorpresas se han sucedido a lo largo de los días. Se han producido, por ejemplo, retornos de diseñadores. Como Ángela Campos que, acompañada de las peinas y pendientes de papel de Artepeinas, diseñador de complementos que ha estado presente, además, en otros desfiles, volvió a traer hasta la pasarela de ónix sus trajes de flamenca. También Sergio Vidal, que este año se ha hinchado a fruncir vuelos, uno detrás de otro, hasta sumar 60, para presentar la mitad a mediados de enero y la otra mitad, con mangas de farolillos rizados, entre otros deleites de costureo, aquí, en SIMOF, despertando admiración, como siempre sucede con sus diseños. Pero no es el único haciendo doblete. Pues Sonibel se ha propuesto vestir esta temporada cualquier talla flamenca con una colección de pasarela. Así presentó Sonibel Curvi el sábado por la mañana en SIMOF, contando con la modelo Marisa Jara. En su horario habitual del sábado tarde, nos dio a conocer el resto de diseños, el de la colección Sonibel.

También regresó a SIMOF, tras una breve ausencia, Aurora Gaviño que alterna, para sus zíngaras del Hermitage, encajes y plumetis con bodoques algo más grandes y en clave de la que tildan de feriante por su sello tonal inconfundible. E Inma Castrejón, que tras dejarnos en la retina la lencería flamenca que presentó en su último paso por esta pasarela, reaparece con brocados en satén para crear esos talles que enamoran y captan miradas, con volantes que se ondulan desde los hombros hasta llegar al suelo.

Pero mientras unos vuelven, otras se van. Cristina García, a quien pudimos ver compartiendo pasarela con Javier García, cerrando, como siempre, su tarde en SIMOF, ha decidido que éste sea, de momento, su último año en pasarela flamenca. La que se apropiara en el 2016 del clavel de SIMOF en sus vuelos redondos de tul, lo suelta despacito, con un ‘hasta luego’, porque necesita cambiar de aromas y olfatear otros. Le esperan nuevos proyectos que requieren toda su atención. ¡¡Nos dejas huérfanos de volantes!! ¿Los sabes Cristina? Los viernes de SIMOF sin tí no serán iguales. Y si no que se lo digan a Javier García, con quien compartes pasarela y que este año la ha cerrado su desfile de claveles flamencos con un precioso homenaje a Bimba Bosé.

Flamenca clásica renovada en SIMOF 2017

Pero SIMOF se compone de cuatro días en los que el tiempo da mucho de sí, rindiendo cada minuto al cien por cien, durante los que se muestran un ramillete bastante amplio de flamencas, unas más feriantes que otras, unas más del XXI y otras del XX, sin olvidar a las que se sitúan a medio camino en un estilo de flamenca clásica renovada. Como las de Loli Vera, de las pocas diseñadoras que esta temporada ha incluido trajes con volantes de capa algo subidos, que se han dejado arrasar por los fruncidos más pequeños para esa silueta sirena flamenca que tantas miradas atrae esta temporada.

U otras flamencas clásicas renovadas más acordes con las de siluetas muy dibujadas, de talles bajos y ajustados, pero de vuelos sencillos a lo Pilar Rubio, que suelen cerrar los sábados de SIMOF, o los trajes de flamenca de las Hermanas Serrano, que aparecen sobre la media tarde del domingo para llenarla de volantes como deben ser, con las pautas de siempre, pero vistas según las flamencas de ahora, donde la carrucha, este año, protagoniza sus diseños. A medio camino puede situarse Atelier Rima, con esos aires palpables lituanos que siempre introduce en honor a su tierra natal, dando libertad a su singular colocación de volantes, plagando así a sus tejidos de la nueva temporada que son verdaderas obras de arte paisajístico para marcar las eses del talle.

En esta línea de flamenca renovada podemos situar también a Molina, sorpresa de la temporada pues realizó un desfile muy revelador, donde hemos podido ver un cambio bastante importante de estilo, muy novedoso que, por fin, ha conseguido imprimir a sus volantes. Esos que imagina Esther Cabello en sus bocetos, aportando una necesaria y vital frescura a la firma.

Pero una pasarela no es sólo su comienzo, es también su desarrollo, en el que han de contar con un buen puñado de firmas contundentes, cuyas trayectorias hablen por sí mismas. Y de éstas se pueden encontrar muchas en SIMOF. La primera de todas Lina. Tras ella Pilar Vera, con sus vuelos a lo María de la O de estampados costumbristas, trayendo a SIMOF la esencia de la flamenca de siempre. Muy en consonancia con las de Carmen Latorre, de vuelos amplios desde caderas o cintura, que evocan la silueta que caracterizó a los años 60, con el volante o par de volantes que remataban la falda de doble capa. A veces esos vuelos con volumen considerable, se abren para dejar entrever algo más de las rodillas al caminar como ha podido verse en la colección de Miriam Galvín. Y Carmen Vega, que se va del domingo para entrar en el sábado tarde, por lo que pudimos disfrutar de todos sus trajes de flamenca un día antes de lo acostumbrado.

Y entre unas firmas y otras, en el programa de desfiles, una de sus tardes, la primera de todas, no sólo resalta por quién la inicia sino también por quienes la llenan, me explico. Son firmas con un elemento en común: haber sido finalista en su certamen de moda flamenca. Sus primeros pasos han sido en SIMOF y prosiguen dándolos aquí, escribiendo así cada año historia de esta pasarela y de la moda flamenca. Por lo que es una tarde muy esperada, dado que está cuajada de firmas ganadoras y refrescantes, con flamencas actuales, flamencas del XXI. Hablo de Álex de la Huerta, Patricia Bazarot, Pedro Béjar, y los recientes Alejandro Santizo y Luis Fernández, premios Diseñador Revelación y Mejor Colección en la pasada edición del concurso. Añadiéndose, a éstos, los cuadros madrás cortados al bies para vuelos lánguidos de un solo volante de Aldebarán.

También en esos aires de flamencas actuales, de porte elegante y buen uso del patrón y la aguja, se encuadra Verónica de la Vega, creativa de uno de los pantalones con volantes más bonitos que he visto en esta temporada de moda flamenca y, para colmo, en un tono feriante por excelencia, el rojo. En esta línea de flamencas del XXI, Ana Morón aporta las suyas para esta temporada 2017, impregnadas de glamour elegante, con un comienzo en celeste y oro junto a su eterno blanco suave de volantes a su antojo y flores bordadas. En consonancia con esta dosis de lujo, te topas con los pailletes flamencos con un vuelo de movimiento suave firmados por Antonio Manuel Gutiérrez, quien nos deleitó cerrando él mismo, tras el carrusel de modelos, su propio desfile, ataviado con un estilismo de camisa de cuadros blancos y negros con bastón y chistera pequeña. Pero la elegancia soberbia de siluetas correctas, de las que cada puntada realza la curvatura femenina, en sus talles bajos de vuelos claveles, tiene dueño y se deja dibujar por él, por Ernesto Sillero. Sin dejar de lado al dominio que posee Francisco Tamaral para manejar estampados y paletas de color, encajándoles los dibujos textiles al vuelo en su sitio a sus flamencas encantadas, las del País de las Maravillas.

Por otro lado, Flamencas by María Ramírez, Yolanda Rivas, El abanico Artesanía, Inés de la Fuente, Leticia Lorenzo, Isabel de Vargas, Ángeles Copete, Carmen Romero, quien ha cerrado este año la 23 edición de SIMOF, Yolanda Moda Flamenca y Arte y Compás, son firmas pautadas por la flamenca clásica que se dejan querer por las tendencias y novedades, introduciendo alguna que otra entre sus diseños. Sin olvidar a Amparo Pardal, cuyos volantes los coloca con doble largo para que asomen las pantorillas.

Y entre todos los diseñadores que pudimos ver, afortunadamente para nosotros, repite Andrew Pocrid, porque el año pasado ya le cogió gusto a esto de venir hasta SIMOF y espero que no lo pierda nunca. En esta ocasión, se ha rodeado de una puesta en escena basada en cambios de iluminación en pasarela, dándole ese ambiente psicodélico de años ochenta ayudado por eslabones de metal y estampados de pata de gallo en tres tonos, inventándose pendientes a juego realizados por la firma Talhara Complementos para mujeres de rompe y rasga, a las que tanto gusta vestir el diseñador. Contrastando con las flamencas que ha propuesto Sara Benítez este año en pasarela, dulces y encantadoras con clara inspiración en el traje regional mejicano por sus escotes palabras de honor, pasacintas y vuelos de volantes.

Como os decía en los primeros párrafos, este año el Salón Internacional de Moda Flamenca, SIMOF, se ha vuelto aún más internacional, reflejo de la evolución que se está produciendo en el sector, pues ha llegado a contar en su programa de desfiles con firmas que preparan toda la colección fuera de las fronteras flamencas para, después, traerlas hasta aquí. Es el caso de Loletesdebú, creadora de tocados y complementos realizados de un solo trazo, que ha diseñado su primera colección de complementos flamencos en Valencia, donde las peinas, pendientes y peinecillos, junto a flores de cuerda, conforman el abanico de propuestas de esta diseñadora, que acudió a su cita en SIMOF acompañada de los trajes de flamenca de Hita y Arcos para su desfile conjunto. Y el segundo caso, más llamativo si cabe porque la distancia es mayor, es el de la firma francesa Atelier 109 París que, tras un previo affaire con la ciudad de Sevilla, sus costumbres de primavera y sus primeros pinitos realizando volantes para ella misma, se lanza de lleno con una colección muy ‘parisiene’ con recursos textiles flamencos y no flamencos, aportando un punto de vista diferente a esto de coser volantes.

Y todo ha ocurrido en cuatro días intensos, donde la creatividad flamenca se ha dispuesto al alcance de todos, cerrando así una edición que quedará en el recuerdo como la primera de una nueva etapa en SIMOF. Gracias SIMOF por estos días de lunares y volantes. Siempre SIMOF.